La inteligencia artificial se ha convertido en el nuevo término de moda. Cada día aprendemos más sobre las oportunidades, y también, los peligros que encierra esta tecnología. Sus aplicaciones y representaciones son enormes y, aunque al pensar en ella generalmente imaginemos un robot capaz de tomar decisiones de manera autónoma, o un coche que se conduce solo, lo cierto es que la forma más habitual de encontrarla, y la que más afecta al ser humano, se encuentra en Internet, donde aprende de los usuarios y recoge información para usarla en el futuro. Un uso que afecta directamente al posicionamiento online de las empresas y que marcará las líneas a seguir en el futuro para el SEO (Search Engine Optimization), que son una serie de trabajos y estrategias de optimización que se implementan en las páginas web o blogs de una empresa, para mejorar su posicionamiento en los buscadores.
Como se debatió en el 76º Encuentro entre CEOs organizado por la Latina Valley, en el que se ha hablado sobre la adaptación de la IA y la importancia de la experiencia de búsqueda, la inteligencia artificial ya ha demostrado ser una herramienta muy útil a la hora de abordar diferentes problemas. Puede servir para automatizar procesos y tareas, analizar datos y predecir comportamientos, personalizar la experiencia de cliente, optimizar la logística y reducir costes. Además, a través de la obtención de datos y su rápida actualización, permite identificar patrones que mejoren la toma de decisiones en tiempo real y los chatbots y asistentes virtuales se han convertido en herramientas de atención al cliente con la que muchos ya están familiarizados.
Los buscadores tampoco son ajenos a la inteligencia artificial. Google, el buscador más utilizado en todo el mundo, aprovecha la información obtenida a través de IA de los usuarios para mostrar mejores resultados de búsqueda y, así, asegurar la fidelidad a su motor de búsquedas.
CÓMO PUEDE APROVECHARSE LA IA PARA MEJORAR LAS ESTRATEGIAS DE POSICIONAMIENTO
De la misma forma que la inteligencia artificial es de gran utilidad para optimizar procesos y mejorar el rendimiento de las empresas, también puede ser una gran herramienta de SEO. La optimización para buscadores es una disciplina que experimenta cambios constantes, y el aprendizaje automático y el procesamiento de datos que ofrece la IA puede ser de gran ayuda para impulsar una estrategia de posicionamiento.
Antíoco Cuesta, cofundador de Improove comparte algunas de las claves que marcarán el futuro del SEO de la mano de la inteligencia artificial:
- Búsqueda de palabras clave y optimización de contenidos. La búsqueda de palabras clave es un proceso estratégico para identificar y seleccionar las keywords más relevantes para los usuarios (User Intent) y con el mayor impacto en tráfico orgánico para una web. Es la base de una estrategia de contenido de éxito. Por su parte la optimización de contenidos es la continuación estratégica a la búsqueda de palabras clave. Se basa en hacer un 'fine tuning' de los contenidos de una web, asegurándose que estos estén escritos para dar el mayor valor posible a los usuarios, respetando las directivas que Google proporciona en sus guías oficiales.
- Algoritmos de búsqueda impulsados por inteligencia artificial. Es un nuevo proceso que, de forma autónoma y dinámica, actualiza las SERPs orgánicas (las páginas de resultados que muestran los diferentes motores de búsqueda) con los resultados más valiosos para los usuarios. Lo más importante de estos algoritmos es el procesamiento del lenguaje natural, que les permite aprender y, sobre todo, adaptarse a la continua evolución del comportamiento de búsqueda del usuario. Es crucial comprender y aprovechar esta nueva tecnología para poder satisfacer las necesidades de los usuarios ofreciéndoles el mejor contenido.
- SEO predictivo. Es el uso estratégico de los datos disponibles para un conjunto de palabras claves o contenidos de una web. Utilizando los avances en inteligencia artificial y en machine learning se pueden 'pronosticar' las próximas tendencias e intentar adelantarse a las nuevas necesidades de los usuarios. Así, una web puede ser la primeros en presentar el mejor contenido, capaz de resolver los 'problemas' que están detrás de una búsqueda orgánica.
- Mejora de la experiencia de usuario. En el marketing digital hay varias formas de mejorar la experiencia de usuario, como crear los mejores contenidos para los usuarios, con una arquitectura web más clara y funcional, tanto para el usuario, como para Google y el negocio del cliente. Hay que asegurarse de que todos los elementos de la web funcionen de forma correcta y con un tiempo óptimo para no interrumpir la navegación de los usuarios.
- Optimización de búsquedas por voz y por imágenes. Se trata de nuevas oportunidades para la industria del SEO. En los últimos años, los dispositivos activados por voz y las herramientas de búsqueda de imagen han ido entrando en la cotidianidad de los usuarios. Al mismo tiempo, los motores de búsqueda han ido afinando más su tecnología para adaptarse a este nuevo comportamiento en las búsquedas de los usuarios, y que, sus resultados, sean lo más adecuados posible.
REGULACIÓN Y PELIGROS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
A medida que avanza la inteligencia artificial se va tomando conciencia de los peligros que conlleva esta tecnología. La IA ha demostrado que puede generar amenazas tanto por errores en su uso o accidentes, problemas de privacidad, un mal uso intencionado para dañar a alguien o cometer delitos y, también, la destrucción o transformación de algunos puestos de trabajo. “Pero también aparecerán nuevos puestos de trabajo que antes no existían gracias a la IA. Desde que apareció Google, a principios de los 2000, se han generado miles de puestos de trabajo nuevos que antes no existían, por lo que los cambios siempre pueden ser oportunidades”, afirma Cuesta.
Por eso, además de que los usuarios deben aprender a utilizar la IA de forma adecuada, la evolución de esta tecnología debe ir acompañada de una legislación que la controle, aunque esta tarde en llegar. “Las autoridades son lentas tomando decisiones y por lo tanto hay que tener cuidado en cómo nos ‘usan’ las empresas que quieren que nos unamos a la IA”, comenta Cuesta. De hecho, en Estados Unidos la legislación sobre la IA se espera que sea más laxa y no habrá tanta protección al usuario, como ya ocurre con Google o Meta frente a las leyes europeas. “La UE siempre intenta proteger más al usuario y su información, pero pasarán años hasta que esté todo más o menos protegido ya que, aunque la IA lleva tiempo entre nosotros, el gran cambio que ha experimentado en 2023 es demasiado grande como para legislar tan rápido”.
