Hidrogea entrega los Premios de la Cátedra Aquae a en trabajos sobre agua de grado, máster y doctorado
Los premios de la Cátedra Aquae (de Hidrogea) han celebrado su novena edición a fin de reconocer los mejores trabajos presentados en las categorías de tesis doctoral, trabajo de fin de máster y trabajo de fin de grado. Una convocatoria que, desde su lanzamiento, ha recibido más de 260 candidaturas. “Desde sus orígenes la cátedra ha centrado gran parte de sus esfuerzos en promover y apoyar la investigación sobre la gestión sostenible del agua. Lo hemos hecho a través de la publicación de artículos, el desarrollo de proyectos de investigación nacionales e internacionales, a través de la participación en congresos de investigación, etc. Y por supuesto a través de estos premios de la Cátedra Aquae donde cada año se incrementa el número de candidaturas, lo que afianza el interés en la investigación del binomio agua-economía y el valor de la Agenda 2030 para la gestión sostenible del agua” ha destacado Amelia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra Aquae de Economía del Agua durante el acto.
LOS PREMIOS
La tesis doctoral galardonada ha sido la presentada por la tarraconense Nuria Roigé, doctora de la Universitat Politècnica de Catalunya, que ha centrado su investigación en el desarrollo de una nueva metodología para la priorización de las inversiones en las infraestructuras vinculadas al ciclo integral del agua que sea capaz de realizar un reparto objetivo, transparente y participativo usando criterios de desarrollo sostenible. Así, para materializar la metodología, la autora desarrolla dos modelos: el Modelo de Renovación de la Red de Distribución (modelo de ordenación) y el Modelo de Priorización de Inversiones por Partidas (modelo de reparto del volumen total de la inversión).
Por su parte, la coruñesa Sandra Soniera, de la Universidad de Santiago de Compostela, ha recibido el premio al mejor trabajo de fin de máster por su estudio centrado en la importancia de la recuperación de costes para una gestión adecuada del ciclo integral del agua. Una gestión correcta y eficiente desde el punto de vista técnico solo es viable si los recursos económicos están correctamente dimensionados, tal y como se establece en la Directiva Marco del Agua (2000).
Por último, el vizcaíno Alejandro Morán, estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha obtenido el premio al mejor trabajo de fin de grado por su trabajo sobre gobernanza del agua de la cuenca del Mar de Aral, anclada en un controvertido sistema de compensación de cuotas entre la generación de energía hidroeléctrica aguas arriba, y el riego agrícola aguas abajo. El proyecto revisa las actuales incompatibilidades que rigen la hidrodiplomacia de la cuenca y, en última instancia, las dinámicas de seguridad regional entre los cinco países de Asia Central.
RED DE CÁTEDRAS DEL GRUPO AGBAR
La jornada ha contado además con una mesa redonda en la que han participado varios representantes de la Red de Cátedras del Grupo Agbar. Un proyecto en el que participan nueve universidades, a través de once cátedras, entre ellas la Cátedra Aquae, con el objetivo de desarrollar un posicionamiento global frente a retos comunes en el sector del agua y en el planeta, detectar y generar talento, y reforzar las alianzas como herramienta eficaz para proponer soluciones a los principales desafíos globales, tal como promueven los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Montserrat Zamorano, directora de la Cátedra Hidralia para la Gestión Digital, Innovadora, Social y Sostenible del Agua; Jorge Olcina, director de la Cátedra Aguas de Alicante Cambio Climático; y Amelia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra Aquae de Economía del Agua; junto a Asunción Martínez, patrona delegada de Fundación Aquae y directora de Acción 2030 Social de Agbar; han abordado durante este encuentro los grandes retos a los que se enfrenta el sector del agua y cómo esta Red puede contribuir a hacer frente a los mismos.
“El cambio climático ha generado un nuevo paradigma en la gestión de los recursos hídricos. España será uno de los países europeos con mayor riesgo de sufrir estrés hídrico en menos de treinta años si no se toman medidas. La digitalización del ciclo integral del agua, la inversión en infraestructuras hídricas integradas en las ciudades y adaptadas a este nuevo escenario, y las alianzas; son algunos de los retos que debemos afrontar de forma inmediata desde el sector. Retos a los que sin duda estamos contribuyendo desde Agbar, como empresa referente en la gestión del ciclo integral del agua, a través de proyectos como esta red de cátedras” destacaba Asunción Martínez durante esta mesa redonda.
“El suelo, el agua y las condiciones climáticas son nuestro soporte vital. Sin embargo, el cambio climático, asociado a estas condiciones climáticas, y a consecuencia de la acción humana, está afectando al estado y disposición de los recursos. Por ello, necesitamos un cambio de mentalidad urgente” apuntaba Jorge Olcina. De ahí que la Cátedra Aguas de Alicante Cambio Climático que se firmaba hace escasamente una semana tenga como propósito trabajar para dar respuesta a los retos planteados en la Agenda 2030 y en concreto al ODS 6 ‘Agua limpia y saneamiento’ y ODS 13 ‘Cambio Climático’.
Por su parte, Monserrat Zamorano ha destacado la digitalización como elemento indispensable en la gestión sostenible del agua. “El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua, nos ayudará, gracias a la colaboración público-privada, a transformar la gestión del ciclo integral del agua, aportándonos conocimiento, datos e inversión para avanzar en su gestión sostenible”.
Por último, Amelia Pérez Zabaleta ha destacado durante esta mesa redonda que “desde el sector del agua se está trabajando para poder mitigar los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos y su impacto sobre la población y el territorio. Queda mucho trabajo por hacer y se requiere una importante inversión para ello. Sin embargo, según un estudio realizado por la Cátedra Aquae, España invierte en renovación de infraestructuras del ciclo integral del agua entre un 70 y un 80% menos de lo que se requiere para adaptar la gestión a las necesidades actuales”.