Tahe se compromete con la sostenibilidad y define su huella de carbono
Tahe, firma dedicada a la creación, producción y comercialización de productos cosméticos, ha completado con éxito el cálculo y la verificación de su huella de carbono por parte de Aenor, alineándose con los estándares internacionales de sostenibilidad según la normativa ISO 14064-1:2018.
Con este proceso, la compañía establece un punto de partida sólido para la definición de objetivos medibles en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, reafirmando su estrategia de minimizar el impacto ambiental de sus actividades.
El acto de entrega de la certificación contó con la presencia de figuras clave en este esfuerzo, como Charo Figueroa, responsable de Calidad y Medio Ambiente, y José Antonio García, director de Ingeniería, quienes han desempeñado un papel crucial en la minimización del impacto ambiental de la empresa. También asistieron María José Contreras, directora del departamento de Personas, Valores y RSC, y Ángel Luis Sánchez, director de Aenor en la Región Mediterránea.
PROCESO DE VERIFICACIÓN
La certificación de AENOR ha considerado tanto las emisiones directas como las indirectas de alcance 1 y 2, vinculadas especialmente con la producción y el uso de energía, esenciales para el funcionamiento diario de la organización. Como resultado, el cálculo de las emisiones ha sido de 714,51 toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e), lo que representa 0.21 toneladas de CO2 por tonelada de producto fabricado, una cifra que sirve como referencia para futuras mejoras.
IMPULSO SOSTENIBLE CON ENERGÍAS RENOVABLES
Con el objetivo de mejorar estos números, Tahe ya ha implementado una serie de iniciativas concretas para aumentar su eficiencia y sostenibilidad. Una medida significativa ha sido la integración de tecnologías limpias y eficientes, destacando la instalación de paneles solares como un paso concreto hacia la autogestión energética y contribuir significativamente a la reducción de su impacto en el calentamiento global.
En concreto, la empresa ha instalado 1.560 paneles fotovoltaicos que se extienden sobre 6.133 m² en su sede de Alhama de Murcia. Esta infraestructura, con una capacidad de 590 kilovatios, permite que aproximadamente el 80% de su consumo eléctrico se cubra ahora con energía renovable, garantizando además que toda su producción dependa exclusivamente de la energía solar.
Este proyecto trasciende la mera reducción de emisiones; también marca el inicio de una etapa más eficiente, con la exploración activa del uso de energía sobrante. Esta estrategia no sólo disminuye la dependencia del gas licuado de petróleo (GLP), sino que también refuerza la eficiencia energética general de Tahe, alineando sus operaciones con un futuro más verde y sostenible.
AVANZANDO EN EL 'RESÍDUO CERO'
Además de las iniciativas centradas en la energía renovable, Tahe está expandiendo su compromiso con la sostenibilidad a través de prácticas de gestión eficiente de residuos.
Actualmente, más del 90% de sus desechos ya se someten a procesos de tratamiento final de valoración (operaciones 'R'), como reciclaje o reutilización, maximizando el uso de los recursos y minimizando el desperdicio. Además, un 7,26% de los materiales se recicla de manera directa y un 2,61% se destina al compostaje, contribuyendo así a la mejora de la fertilidad del suelo y a la reducción del uso de fertilizantes químicos.
Continuando con este enfoque proactivo, la compañía está desarrollando estrategias adicionales para reducir el 8,55% de residuos que todavía terminan en vertederos, con el objetivo de alcanzar la meta de certificar el ‘Residuo Cero’ con una entidad acreditada y cerrar completamente el ciclo de vida de sus productos de manera sostenible.
MIRANDO AL FUTURO
Proyectando su visión a largo plazo, Tahe ha delineado metas claras para seguir trabajando en la reducción de su impacto ambiental. Su hoja de ruta incluye estrategias específicas para recortar emisiones indirectas, enfocándose en la reducción del uso de materiales de embalaje, la ampliación de sus sistemas de autoconsumo energético y la transición hacia una flota de vehículos más sostenible.
Con estas acciones en marcha, la organización se compromete a contribuir activamente en la protección del planeta, manteniendo la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental como pilares estratégicos de su modelo de negocio.