Nunca en la historia ha habido tantos robots trabajando como hoy en día. Según el último informe de la Federación Internacional de Robótica (IFR), el año 2021 se cerró con la instalación de 517.385 robots nuevos en fábricas de todo el mundo y ya hay más de 3,5 millones automatizando las tareas de la industria. Estas cifras pronto quedarán como una anécdota en un sector que crece por encima del 30% anual y desborda la industria para ampliar cada vez más su territorio, desde la logística y el transporte hasta las tareas domésticas.
Mientras los usuarios nos asombramos con el poder de inventiva y análisis de ChatGPT y otras inteligencias artificiales o con las capacidades de los aspiradores autónomos, la robótica acumula pronósticos optimistas. Según BCC Research, en el mercado la robótica industrial alcanzará un valor de 122.000 M$ este año, la robótica de servicio se acercará a los 24.000 millones y la robótica médica, a los 20.000 millones. Los robots han empezado a cambiar el mundo y han dejado de ser un sueño del futuro para darle forma a nuestro presente.
"La robótica se encuentra en constante evolución y se están desarrollando robots cada vez más inteligentes y autónomos, capaces de adaptarse a situaciones variables y desempeñar tareas cada vez más complejas", explica Carla Gómez Cano, responsable de TheKer, la startup de desarrollo robótico, inteligencia artificial y visión por computador ganadora del premio del jurado de la décima edición del SpinUOC.
"Además, la robótica colaborativa, que permite a los robots trabajar en equipo con los seres humanos, está convirtiéndose en una tendencia cada vez más importante en la industria", añade Gómez Cano, ingeniera y estudiante del máster universitario de Fiscalidad, de los Estudios de Derecho y Ciencia Política. La empresa emergente catalana también ha sido seleccionada recientemente como una de las seis finalistas del Industry 4.0 & Autonomous Machines, organizado por el Hello Tomorrow Global Challenge, entre más de 4.000 participantes de 115 países diferentes.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL: EL TRABAJO COLABORATIVO CON LOS ROBOTS
El desarrollo de la inteligencia artificial ha despegado en los últimos años y se ha convertido en una pieza clave en el avance de la robótica cognitiva, una rama de la robótica enfocada en robots capaces de interactuar con su entorno de manera autónoma y aprender de su experiencia, de forma similar a cómo lo hace un ser humano. Los robots cognitivos tienen la capacidad de percibir situaciones complejas y variables en tiempo real, analizarlas y responder a ellas, adaptándose de manera autónoma a los cambios del entorno.
"En el futuro, la robótica cognitiva tendrá un papel cada vez más relevante en la automatización de procesos y tareas, lo que permitirá a las empresas aumentar su eficiencia y productividad", señala Albert Badías, otro de los responsables de TheKer. "Además, los robots cognitivos serán capaces de desempeñar tareas cada vez más complejas y variadas, y mejorar así la calidad de vida de las personas y contribuir al desarrollo de la sociedad en general." Poder acceder a máquinas capaces de colaborar de forma segura con los humanos supondrá un paso importante para el avance de la robótica en la industria, pero no solo eso.
Para el experto, los robots son mucho más comunes en la industria que en otros sectores, pero su rango de acción está expandiéndose a los servicios, las tareas domésticas y el terreno social. "Ya hay robots diseñados para realizar tareas de limpieza y seguridad en espacios públicos como aeropuertos y centros comerciales; robots diseñados para realizar tareas del hogar como limpieza, cocina y cuidado de personas mayores y niños, y robots con la capacidad de interactuar con las personas y ayudar en tareas como la enseñanza, la terapia y el cuidado de personas con discapacidades".
LOS ROBOTS COMO SERVICIO Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA ROBÓTICA
Una de las grandes barreras de las empresas y particulares para integrar los avances de la robótica es el coste. Sin embargo, las nuevas plataformas tecnológicas y el modelo de negocio RaaS (siglas en inglés de robot como servicio o robot-as-a-service) están contribuyendo a superar ese obstáculo. RaaS permite a las empresas utilizar robots sin tener que comprarlos o mantenerlos directamente. Se trata de un mercado en claro crecimiento: según MarketWath, pasará de valer 16.433 M$ en 2022 a superar los 43.000 millones en 2028.
El modelo de RaaS, como otros sistemas de pago por uso, permite reducir costes de capital y de mantenimiento, acceder siempre a la última tecnología sin tener que invertir en investigación y desarrollos propios, tener disponibles gran variedad de aplicaciones adaptadas y trabajar de forma flexible y escalable, agregando o reduciendo la cantidad de robots en uso en función de las necesidades reales del negocio.
"La robótica puede ayudar a impulsar el progreso económico y social de las comunidades y países que adopten esta tecnología. Puede mejorar la eficiencia, la productividad y la seguridad en la industria, lo que, a su vez, puede aumentar la competitividad y el crecimiento económico. Además, puede ayudar a abordar problemas sociales como la falta de mano de obra, la seguridad laboral y la reducción de la carga de trabajo en ciertos sectores", concluye Carla Gómez Cano. "La democratización de la robótica mediante modelos como RaaS busca superar las barreras de adopción de la tecnología, haciéndola más accesible y asequible".