martes. 03.12.2024
Miguel Cardoso, en la presentación de 'Situación Murcia' de BBVA
Miguel Cardoso, en la presentación de 'Situación Murcia' de BBVA

BBVA Research revisa al alza el crecimiento del PIB de la Región de Murcia en 2023 y lo sitúa en el 2,1%. Con este dato, la comunidad habría recuperado los niveles de actividad prepandemia apoyada por el buen comportamiento del consumo, las exportaciones y la afiliación. Sin embargo, el servicio de estudios de BBVA estima que la economía tuvo un comportamiento menos dinámico en la segunda parte del año pasado, por lo que se prevé una moderación del avance en 2024, pero con sesgo al alza.

A corto plazo, el crecimiento se debilita por los elevados tipos de interés, el aumento de los precios de los insumos y de la cesta de la compra, la incertidumbre geopolítica y de la política económica, las restricciones de oferta y la desaceleración de la eurozona. No obstante, la recuperación de las ventas al exterior; el empuje de la inversión en bienes de equipo y un mercado laboral más dinámico del que se preveía podrían llevar a un crecimiento del 1,6% en este año, e impulsar una nueva aceleración en 2025. BBVA Research estima que para ese año el PIB crecerá un 2,5%, retornando a un aumento del PIB similar al promedio de los últimos 25 años. De cumplirse estas previsiones, la tasa de paro se reduciría hasta el 11,5% y se podrían crear 34.000 nuevos empleos hasta 2025.

Según el informe ‘Situación Región de Murcia 2024’ de BBVA Research, presentado este martes en Murcia por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y José Manuel Mieres, director Territorial Este de BBVA, la economía murciana cerró 2023 con un aumento del del PIB del 2,1% -sólo tres décimas menos que la media española-. El buen comportamiento del consumo –apoyado por la fortaleza del empleo y la mejora del poder adquisitivo–, las exportaciones de bienes –que superaron en un 29% a las de 2019– y la afiliación a la Seguridad Social habrían contribuido a ese crecimiento. Sin embargo, los datos del segundo semestre de 2023 mostraron un debilitamiento debido al menor dinamismo de la demanda externa (sobre todo de servicios turísticos), el encarecimiento de la energía y los altos tipos de interés.

A pesar del repunte del empleo en la agricultura, el menor empuje de la industria y los servicios desaceleraron el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social en el segundo semestre del año pasado (frente al primero), sobre todo en los municipios turísticos de la Costa Cálida. Aun así, la afiliación aumentó en la región a un ritmo mayor que en el conjunto de España en la parte final del año, pero se observó una elevada heterogeneidad territorial. En particular, en Murcia capital y en su área urbana la afiliación se mantuvo más dinámica debido a la concentración de la actividad industrial, comercial y del sector público. Por el contrario, fuera del área urbana, la afiliación se desaceleró fuertemente en los municipios turísticos de la Costa Cálida, mientras que la mejora del empleo agrario apoyó el repunte de la afiliación en las áreas no urbanas. Así, a pesar de la desaceleración de la actividad, y de que la tasa de paro es aún elevada (12,6%), la Región de Murcia continuó creando empleo. Sin embargo, la falta de mano de obra especializada y el problema del relevo generacional en la construcción, la industria y algunos servicios podrían impedir el avance de determinados sectores en los próximos trimestres.

Con respecto a la industria, esta se ha mostrado menos dinámica que la nacional a lo largo de 2023. La producción de bienes de consumo y de equipo siguió débil, aunque en el segundo semestre se produjo una menor contracción por una caída menos intensa del sector energético, que sigue evolucionando a tasas negativas. En cuanto a las exportaciones, también muestran aún cierta debilidad por la energía, las semimanufacturas y la entrada en recesión de Alemania y Francia, lo que supuso una caída del 2,3% en 2023. El impacto de la sequía sobre los alimentos y el encarecimiento de la energía pueden también retrasar o limitar la velocidad de la recuperación.

En el sector inmobiliario, la venta de vivienda en la región se redujo -como consecuencia de los elevados tipos de interés- un 5,1% respecto a 2022, lo que supone una bajada inferior a la de España (-12,1%). Los visados de obra nueva mostraron una elevada volatilidad, mientras que los de obra no residencial cayeron un 3%. En un contexto de menores tipos de interés, ayudas a la renovación de viviendas y con sostenimiento del empleo, BBVA Research prevé una aceleración en la construcción.

El turismo empieza a mostrar síntomas de debilidad por la reducción del gasto y del deterioro en el comportamiento de las pernoctaciones. Aunque el gasto con tarjeta de BBVA en la Región de Murcia de los turistas españoles (no residentes en la provincia en la que se realiza el gasto) superó en un 55% los niveles de 2019, en el segundo semestre se observó una desaceleración sobre todo del consumo de catalanes, madrileños y andaluces en la región. En la misma línea, el gasto de los murcianos en otras regiones –y especialmente en el extranjero– también se desaceleró. Por el contrario, en 2023 las compras con tarjetas extranjeras registradas en los TPV de BBVA en la Región de Murcia fueron casi el doble que el de 2019 (54% en España). Y todo ello pese a que las pernoctaciones hoteleras de los visitantes de otros países se quedaron un 3,2% por debajo de las registradas en 2019. El servicio de estudios de BBVA prevé que el sector turístico mejorará durante los próximos meses, entre otras cosas, por la aceleración de la actividad en los países de origen y el aumento de la inversión en infraestructuras como los hoteles de 4 y 5 estrellas para los que, comunidades turísticas como la Región de Murcia, cuentan con espacio para su crecimiento.

En la segunda parte de 2023, el consumo en la Región de Murcia se vio fomentado por la mejora del poder adquisitivo, los cambios de tipos de interés y la fortaleza del empleo. La bajada de la inflación al 2%, y la corrección de la subyacente hacen que la situación sea algo más favorable para la región, ya que los productos con inflación menor del 2% alcanzan al 55% de la cesta de consumo, 7 puntos porcentuales más que en España. En relación a las matriculaciones de coches, en la región han mejorado aunque todavía se encuentran lejos del nivel prepandemia.

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